Si te apetece disfrutar de Castilla y León en todo su esplendor con tu familia o grupo de amigos, Ávila es una de las mejores provincias para hacer turismo rural. Arévalo puede presumir de ser uno de los pueblos más bonitos de Ávila, cuyo casco antiguo está declarado Bien de Interés Cultural. En la actualidad se conservan en muy buen estado numerosos edificios de arquitectura múdejar castellana. Son muchos los monumentos tanto religiosos como civiles que bien merecen una visita en la localidad abulense.
¿Qué ver en Arévalo?
Arévalo es uno de los municipios de Castilla y León con más monumentos mudéjares.
El Castillo de Arévalo es el principal emblema de la calidad. También conocido como Castillo de los Zúñiga, data de la segunda mitad del siglo XV, aunque a principios del siglo XVI estuvo en manos de los Reyes Católicos y fue sometido a importantes reformas. Durante buena parte del siglo XIX se utilizí como cantera de piedra y también como campo sacro. Finalmente el pueblo cedió la fortaleza al Ministerio de Agricultura, y a día de hoy acoge un museo de cereal que resulta interesante visitar para conocer de primera mano la historia y las costumbres del lugar.
De la Muralla de Arévalo prácticamente no queda nada. Originalmente tenía cinco puertas y formaba un triángulo, en cuyo vértice superior se localizaba el castillo. Uno de los restos de la muralla original es el Arco de Alcocer y en la actualidad acoge la oficina de turismo.
El Palacio de los Sedeño, ubicado en la Calle de Santa María, es una casa-palacio que se encuentra casi en ruinas, aunque destaca la torre de 18 metros de altura.
La Iglesia de San Nicolás de Bari acogió a la Compañía de Jesús hasta su expulsión de España a mediados del siglo XVIII. Actualmente forma parte de la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra por encontrarse prácticamente en ruinas.
Lo más característico de la Iglesia de San Juan Bautista es que se encuentra incrustada en la muralla. Fue construida entre los siglos XII y XIII y acoge muchas obras que en su día estuvieron en la Iglesia de San Nicolás de Bari.
En la Iglesia de Santo Domingo, situada en la Plaza del Arrebalo, están los restos de San Vitorino, patrón de Arévalo. Su interior alberga obras de arte de gran valor histórico, como la imagen de San Francisco de Asís.
Respecto a la Iglesia de San Miguel, no está demasiado claro su origen, aunque se hace referencia a ella en el documento de Gil Torres de 1250. En la actualidad se utiliza únicamente para actos culturales y conciertos.
El Puente de Medina es un puente medieval construido en el siglo XIV y de estilo modéjar. Fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría monumento en octubre de 1983.
Monumentos de Ávila capital
A escasos 50 kilómetros de distancia de Arévalo se encuentra la capital de la provincia, Ávila. Hay varios monumentos de la ciudad que no te puedes perder:
- Muralla: es el monumento más conocido de Ávila. Se trata de uno de los recintos amurallados de la Edad Media mejor conservados de todo el mundo. Rodea toda la ciudad, con sus más de 2,5 kilómetros de longitud, 87 torreones y 9 puertas.
- Catedral de Cristo Salvador: es el templo religioso más importante de Ávila, y su construcción comenzó en el siglo XII. Cabe señalar que fue la primera catedral en incorporar el estilo gótico en España.
- Basílica de San Vicente: uno de los sitios más importantes que ver en Ávila. Su construcción data del siglo XII y en su interior alberga el Cenotafio de los Santos Hermanos Mártires.
Gastronomía de Ávila: platos típicos
Además de disfrutar de los diferentes monumentos históricos de Arévalo, la visita al municipio abulense merece la pena para probar la gastronomía típica de la provincia. Estos son algunos de los platos tradicionales que no puedes perderte.
- Patatas revolconas: antiguamente era un plato muy humilde y popular entre los campesinos. Se trata de un puré de patatas condimentado con pimentón al que se le añaden unos torreznos fritos bien crujientes.
- Cocido morañego: un plato de cuchara muy contundente, que antiguamente tomaban campesinos y pastores. Se elabora con garbanzos, morcillo de ternera, repollo y tocino de cerdo en una olla de barro.
- Yemas de Santa Teresa: el dulce más típico de la provincia castellanoleonesa. Con el paso de los años se han convertido en un símbolo de Ávila, y muchos visitantes las compran como recuerdo.
Y en caso de que te interese reponer fuerzas, te interesa conocer zonas para tapear por Ávila como las que hemos resumido en este otro post.
