Sin duda, el acueducto de Segovia es una de las grandes maravillas arquitectónicas de los tiempos romanos. Sin embargo, hay una leyenda del acueducto de Segovia que dice que fue el mismo demonio quién lo construyó, no los romanos. Tal es su fama que se construyó una escultura en la cuesta de San Juan, la cual fue controvertida porque sale “haciéndose un selfie”.
Hoy vamos a hablar de esta famosa leyenda tan conocida en la ciudad, razón por la cual se hizo la estatua. Veremos su origen, el devenir de la historia, su final feliz y también la historia real del acueducto de la ciudad.
Esta es la leyenda del acueducto de Segovia
Estas son las partes de la famosa leyenda del acueducto de Segovia:
- Historia de la niña que subía a la montaña
- La petición de la niña al diablo
- El hueco y el fracaso
- La historia real del acueducto
La historia de la niña que subía a la montaña
La leyenda del acueducto de Segovia comienza con una niña pequeña que subía a la montaña. Segovia es una ciudad con muchas cuestas, así que la aguadora tenía que subir hasta las montañas y bajar con el cántaro lleno de agua, un trabajo que sin duda es agotador.
Entonces, la niña se imaginó un sistema para poder llevar agua desde la montaña hasta abajo, sin tener que subir ella. Eso sí, su deseo tendría un precio, ya que debía pactar con el mismo diablo para ello.
La petición de la niña al diablo que comienza la leyenda del acueducto
La niña tenía que subir todos los días a la montaña, así que se cansó. Cansada, pidió al demonio que construyera cualquier forma de llevar el agua de la montaña hasta la ciudad, sin tener que agotarse.
El diablo apareció sorprendentemente y le concedió el deseo, construyendo el acueducto en un solo día. Eso sí, si conseguía acabarlo antes de que cantara el gallo, la niña le daría a cambio su alma.
El hueco que explica el “fracaso” del demonio
Esta leyenda del acueducto de Segovia prosigue con el diablo construyendo rápidamente el acueducto. Pequeños diablillos trabajaron sin descanso para crear la maravilla arquitectónica, la cual debía estar acabada antes de que cantase el gallo.
La niña, viendo cómo iba todo, se arrepintió y rogó a Dios que no acabase el acueducto a tiempo, ya que no quería perder su alma. Sus plegarias fueron escuchadas y el demonio no consiguió acabar, cantando el gallo cuando le quedaba una sola piedra por colocar.
Allí quedó un hueco, donde se colocó la estatura de la Virgen de Nuestra Señora de la Cabeza. La leyenda termina diciendo que Lucifer, el cual no había podido cumplir el trato, huyó con rabia, dejando huellas en forma de agujeros en las piedras. Y aquí se termina la leyenda del acueducto de Segovia. ¿Qué te parece?
Más allá de la leyenda del acueducto de Segovia: su historia real
Dejando la increíble leyenda del acueducto de Segovia a un lado, vamos a ver la historia real. Fue creado por los romanos con un origen discutido. No se sabe si fue en el gobierno de Trajano o en el de Adriano, pero si se sabe que fue alrededor del siglo II d.C y que fue el acueducto más grande de la época romana con 28,50 metros de altura y 15 de longitud.
Tiene 166 arcos de piedra de granito del Guadarrama, dos pilas de arcadas superpuestas y 128 pilares de apoyo. La técnica de construcción fue la ingeniería romana, con sillares unidos con un gran equilibrio de fuerza y empuje, no siendo necesario el cemento.
La parte más destacada es la del centro de la ciudad, con 728 metros de longitud y con el nombre “el puente del diablo” por la leyenda antes citada. Eso sí, el acueducto es mucho más grande, empezando en el embalse de Puente Alta de Revenga y canalizando el agua con un complejo sistema del que aún se conservan restos. Además, ya tenía un depósito de agua incorporado.
Actualmente, es el acueducto romano mejor conservado, pero eso es gracias a los trabajos de restauración realizados posteriormente. Los Reyes Católicos lo restauraron en el siglo XV, y añadieron un sistema de decantación, mientras que en el XVI se cambió el sistema de canalización por uno más moderno. Finalmente, se modificó en 1930, añadiendo un canal de cemento.
La leyenda del acueducto de Segovia en vídeo
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