La DO Toro, aunque se calificó como denominación de origen de manera oficial en 1987, tiene una larga tradición pegada al cultivo y elaboración de vinos. De hecho, se dice que el primer vino europeo en llegar a América fue precisamente uno de la zona de cultivo de la actual Toro D.O. Para situarnos en el mapa, hay que considerar que los vinos que se elaboran bajo esa marca se producen en 15 municipios que se ubican en las provincias de Zamora y también en parte de la de Valladolid. Toda esa extensión se encuentra regada por el río Duero, y la hace también muy especial el hecho de que en la preparación se use una variedad de uva exclusiva: la Uva Tinta de Toro.
Las variedades de uva autorizadas por la DO Toro
Una de las cuestiones que hace especialmente diferente a la DO Toro es precisamente que en su denominación de origen se utiliza una variedad de uva autóctona. Es la Tinta de Toro, que está certificada como tal, y que tiene unas características que la convierten en única, y por lo tanto, los vinos que se elaboran con la misma tienen un sabor, olor y textura diferencial. Pero como en muchas otras denominaciones de origen, también se autoriza el uso de otras variedades, que en este caso son:
- Garnacha tinta, presente en los vinos tintos y rosados de Toro DO.
- Verdejo que se usa para la elaboración de blancos y coincide con otras denominaciones de origen castellano-leonesas.
- Malvasía castellana o doña Blanca que se usa en la la elaboración de blancos.
¿Qué tipo de vinos hay en la DO Toro?
Como ocurre con otras denominaciones de origen, en el caso de la Toro DO, los vinos tintos son los más conocidos, pero lo cierto es que bajo el paraguas de la denominación de origen existen también vinos rosados y vinos blancos que merecen mucho la pena porque tienen una alta calidad -y algunas cualidades que los convierten en únicos por las mezclas varietales exclusivas y por la producción en el suelo de la zona-.
- Tintos. Estos vinos de la DO Toro suelen tener entre 13,5º y 15º de alcohol. Esencialmente se utiliza la uva autóctona Tinta de Toro, aunque se permiten otras variedades en una proporción no superior a un 25% como la garnacha tinta.
- Vinos Rosados DO Toro. Estos caldos contiene un grado de alcohol entre 11º y 14º. La uva autóconta debe tener un peso del 75% en la elaboración, salvo que la bodega decida usar un monovarietal de garnacha.
- Blancos DO Toro. Los menos conocidos, pero no por ello menos relevantes. Su grado de alcohol se sitúa entre los 11º a 13º. Su elaboración debe hacerse con al menos un 85% de malvasía castellana al mezclarla con verdejo, o si la bodega lo prefiere, un monovarietal verdejo.
¿Por qué elegir vinos DO Toro?
La realidad es que la producción de vinos de alta calidad, como es el caso de la DO Toro, supone toda una revolución para su zona, y para la gastronomía y el turismo del lugar. Considerando que los lugares de cultivo son rurales, la apuesta por ellos es también una apuesta por la conservación de la tierra, del paisaje y del cuidado del medioambiente. Al mismo tiempo, supone una apuesta por la generación de empleos de calidad en la tierra, y por tanto, darle un futuro a las nuevas generaciones sin que tengan que emigrar. Esta filosofía es parte de lo que perseguimos en Dónde Comer Sano como plataforma, ya que promovemos el turismo, la gastronomía y los productos de calidad de nuestra tierra: Castilla y León.
Si te ha gustado nuestro artículo de hoy, quizás te pueda interesar hacer un completo recorrido por las denominaciones de origen de vinos de Castilla y León. En el artículo previo, procuramos dar a nuestros productos castellano-leoneses la relevancia que se merecen y potenciar el consumo de los mismos.