Aldeamayor de San Martín es un pueblo situado en Valladolid. Enclavado en pleno Raso de Portillo, es un lugar históricamente muy importante, ya que ha sido ocupado desde la Edad del Hierro, pasando por los romanos y siendo realmente importante en la Edad Media, al ser considerada una villa.
Es por ello que ha acumulado una gran cantidad de patrimonio histórico, incluyendo iglesias, un humilladero y otros lugares imperdibles. Si vas a visitar este lugar, te vamos a ofrecer una pequeña guía que sin duda te ayudará a conocerlo mejor y a orientarte a la perfección en la villa.
Todo sobre Aldeamayor de San Martín
Antes de visitar este lugar, debes saber lo siguiente:
- Cómo llegar
- Historia
- Humilladero de San Roque y ermita de Nuestra Señora de Compasco
- Iglesia de San Martín de Tours
Cómo llegar
Para llegar hasta Aldeamayor de San Martín desde Valladolid tendrás que coger la carretera A-601, llegando en unos 20 minutos. Simplemente sigue por la autovía hasta llegar a la salida hacia VA-200, donde rápidamente llegarás al pueblo. Por esta misma carretera podrás llegar desde Segovia en una hora.
Si vas desde Palencia, tendrás que coger la A-62, rodear la ciudad de Valladolid por la VA-30 en la salida 113 e incorporarte a la misma A-601 que se utiliza para llegar desde Valladolid.
Historia de Aldeamayor de San Martín
Este pueblo está habitado desde hace muchos años. Los primeros asentamientos son de la primera Edad de Hierro, además de los romanos. Esto último se sabe porque se descubrió una casa de la época del Imperio romano. Asimismo, hay restos de poblados visigodos.
Aún así, la creación del municipio no se produjo hasta el siglo XIV, agrupando 7 poblados feudales y recibiendo su nombre por ser el más grande. Posteriormente, Carlos III le daría el título de villa.
Llegando al siglo XIX, la industria más destacada era la de los telares. Se elaboraban telas de cáñamo, además de tener dos tahonas para moler rubia y para moler roña para los curtidos. En la actualidad, pertenece a la Comunidad de Villa y Tierra de Portillo, teniendo una economía basada en las fábricas de la zona y aprovechando su cercanía con Valladolid. Eso ha hecho que crezca demográficamente cada año, pasando de 1071 habitantes en 19991 a 5989 en la actualidad.
Humilladero de San Roque y ermita de Nuestra Señora de Compasco
En Aldeamayor de San Martín existían dos humilladeros y una ermita. El humilladero del Santo Cristo desapareció, pero todavía se conserva el humilladero de San Roque. Es un edificio de planta rectangular hecho en mampostería e hiladas de ladrillo, con tejado a tres aguas y cubierta de madera en el interior.
El interior tiene un retablo rococó con la imagen de San Roque. En la actualidad, sirve para celebrar la romería de San Roque el 16 de agosto.
A 4 kilómetros de la localidad está la ermita de Nuestra Señora de Compasco. Para llegar, coge la carretera de Tudela de Duero. Está situada en la ruta de senderismo “Donde los pinos sueñan”, ruta donde destaca el Pino Carranza o de la Tía Hilaria, de 22 metros de altura y 3,85 metros de perímetro. La capilla tiene en su interior una Virgen con Niño de origen románico y se utiliza en las romerías del 13 de mayo y del primer domingo de septiembre por las fiestas patronales.
Iglesia de San Martín de Tours de Aldeamayor de San Martín
El otro lugar destacado de la localidad es la iglesia parroquial de la misma. Dedicada a San Martín de Tours, es un edificio construido en varias etapas. La primera se dio a finales del siglo XV, construyendo la capilla y la cabecera.
La segunda etapa fue algo más lenta. Iniciándose en la segunda mitad del siglo XVI, se prolongó durante casi una década, ya que aún quedaban de construir las naves y el cuerpo de la iglesia. Siguió una tercera etapa con una torre de 34 metros, una de las más altas. La obra se concluiría en el siglo XVII, siendo rematado por Diego de Praves, construyendo la portada en 1636.
La conclusión fue un edificio de dos naves hecho en piedra de la cantera de Cuéllar. Hay que destacar su retablo mayor, la cabeza de Juan Bautista y la capilla de Santa Catalina. Además, tiene un órgano rococó de madera sin pintar del siglo XVIII. Todo esto le ha valido el título de Bien de Interés Cultural.