Si estás buscando una actividad para hacer en el norte de Palencia, no te puedes perder la Ruta de los Pantanos. También conocida como la Ruta de las aguas mansas, es un recorrido a través de la carretera P-210, con varios embalses rodeados de un medio ambiente único e irrepetible. Completamente recomendable dentro de los varios itinerarios de la Montaña Palentina.
Sí no sabes nada de esta ruta, no te preocupes. Vamos a verla más a fondo, explicándote los embalses que recorre y los puntos de interés en cada uno de ellos.
¿Qué ver en la Ruta de los Pantanos?
En esta ruta, hay un total de 4 embalses que la recorren desde Velilla del Río Carrión hasta Cervera de Pisuerga. Adicionalmente, hay un embalse más que no deberías dejar de visitar a la vuelta. En concreto, la Ruta de los Pantanos tiene estos embalses:
- Embalse de Compuerto
- Pantano de Camporredondo
- Embalse de Ruesga
- Pantano de Requejada
- Embalse de Aguilar
Embalse de Compuerto
Esta ruta comienza en Velilla del Río Carrión, pueblo emblemático y conocido por las Fuentes Tamáricas. Recorriendo la carretera P-210, enseguida llegarás al Embalse de Compuerto, situado en Otero de Guardo.
Se trata de una presa que data de los años 60s, con 95 hectómetros cúbicos de capacidad y en pleno parque natural Montaña Palentina. En la zona tienes varios miradores y zonas con vistas espectaculares, incluyendo una que está justo al lado de la presa del pantano. También se puede empezar a ver la flora y fauna de la zona, con corzos y jabalíes rodeados por bosques con hayedos, robledales y brezales.
El Pantano de Camporredondo marca el ecuador de la Ruta de los Pantanos
La ruta sigue con el Embalse de Camporredondo, situado en la cola del de Compuerto y llamado así por Camporredondo de Alba, el siguiente pueblo de la zona. Antiguamente llamado Embalse Príncipe Alfonso, es uno de los más antiguos, ya que data de 1930.
Tiene 70 hectómetros cúbicos de capacidad y está rodeado por un paraje natural espectacular. Aquí es donde se encuentran las famosas montañas de la zona, con el Espigüete y el Curavacas como las más destacadas. Dentro del pueblo, te recomendamos el sendero Cueva Dorada, donde tendrás unas vistas espectaculares de los dos pantanos ya vistos, además de las montañas.
Embalse de Ruesga
Saliendo de Camporredondo y siguiendo la Ruta de los Pantanos, podrás ver otros pueblos emblemáticos de la zona como Cardaño de Arriba, Alba de los Cardaños, Triollo y Vidrieros. Si sigues por la carretera, encontrarás el Embalse de Cervera o de Ruesga, inaugurado en 1923. Con tan sólo 10 hectómetros cúbicos de capacidad, es el más pequeño de la ruta y parece más un lago natural que un pantano.
Este embalse es abastecido por el río Rivera y también es un auténtico paraíso natural. En sus orillas está el famoso Parador Nacional de Fuentes Carrionas, con vistas hacia Peña Almonga y Peña Redonda, además del pueblo de Ventanilla. Además, es una zona recomendada para el baño y adaptada para ello.
Pantano de Requejada
Si vas más al norte, encontrarás el Embalse de Requejada, el cual es el primero donde ya se ve al río Pisuerga.. Es un pantano que data de 1940, teniendo una capacidad de 65 hectómetros cúbicos y siendo el final de la ruta.
Lo más destacado de este pantano es su gran belleza paisajística, con una gran reserva ecológica de avifauna acuática. Como curiosidad, la vega de Vañes quedó atrapado bajo sus aguas, quedando algunas viviendas que volvieron a ser edificadas en la parte izquierda del mismo.
El Embalse de Aguilar como broche final a la Ruta de los Pantanos
Aunque la ruta ya haya terminado, todavía se puede ver un embalse más. Llegando a Cervera de Pisuerga y cogiendo la carretera CL-626, llegarás al Pantano de Aguilar, construído en los años 60s y situado en la localidad de Aguilar de Campoo. Con 247 hectómetros cuadrados, es el más grande de la provincia.
Este pantano anegó algunos pueblos de la zona, como Cenera de Zalima y Villanueva del Río. Por este motivo, se pueden ver algunos restos cuando descienden las aguas, como el puente medieval del siglo XIV y la torre de la iglesia de Cenera. También estaba la iglesia románica San Juan Bautista, pero fue trasladada piedra a piedra al parque Huerta de Guadián de Palencia.
