Dentro de la provincia de Burgos encontramos Poza de la Sal. Perteneciente a la comarca de la Bureba, actualmente tiene 286 habitantes, pero llegó a alcanzar hasta 2700 gracias a sus salinas, que están explotadas desde antes de que llegaran los romanos. Debido a la gran importancia que tenía la sal, la localidad fue fortificada y protegida durante siglos.
Aunque la localidad de Poza de la Sal ya no esté tan poblada y su explotación salina no funcione, hay numerosas muestras de su importancia histórica. Lo mejor es que puedes visitar la localidad y visitar sus numerosos monumentos, iglesias y también sus famosas salinas. Para ello, te hemos preparado una pequeña guía que te ayudará.
Descubre Poza de la Sal
Antes de visitar esta localidad, conoce lo siguiente:
- Casco antiguo de Poza de la Sal
- Salinas
- Iglesia de San Cosme y San Damián
- Castillo
Casco antiguo de Poza de la Sal
Al estar habitado desde hace siglos, Poza de la Sal posee un casco antiguo, el cual está rodeado por una muralla de 5 metros de altura y 2 de grosor. Estas murallas tienen 3 puertas; la del Ayuntamiento, la del Conjuradero y la de las Eras.
Al entrar al mismo, vemos una típica ciudad medieval, con calles muy estrechas y empinadas, casas blasonadas y edificios con entramado de madera y yeso. Dentro de este casco histórico, han quedado edificios emblemáticos como la iglesia de San Cosme y San Damián, así como su Plaza Vieja del mercado.
También está el ayuntamiento, con su Plaza Nueva, así como la casa de Administración de las Reales Salinas. Finalmente, destacar las ruinas del palacio de los Marqueses de Poza, del cual solo queda una torre. Este casco antiguo fue declarado como Conjunto Histórico Artístico en 1982.
Salinas de Poza de la Sal
Lo que le da el nombre a la localidad y su mayor tesoro durante siglos son sus salinas. Esta explotación existe desde la época romana, siendo un lugar estratégico de cara a conservar los alimentos.
Su funcionamiento consistía en canalizar agua del manantial por acueductos hasta los pozos. Allí se mezclaba el agua dulce con la roca que tenía el preciado mineral, creando una salmuera que se llevaba hasta una zona con sol, donde se evaporaba el agua y quedaba la sal. Finalmente, se almacenaba en edificios y se distribuía.
Estas salinas fueron privadas hasta el siglo XVI, cuando se decretó el monopolio de la sal hasta 1888. Las instalaciones fueron perdiendo importancia tras la explotación de yacimientos subterráneos y la invención de los congeladores y frigoríficos. Esto hizo que cerrase definitivamente en 1974. En 2003, se abrió un centro de interpretación, siendo declarado como Bien de Interés Cultural dos años antes y recuperándose para uso turístico.
Iglesia de San Cosme y de San Damián
La iglesia más destacada de Poza de la Sal es la de San Cosme y San Damián. De estilo gótico temprano y de portada barroca, se construyó entre el siglo XIV y el XV, con reformas en los dos posteriores.
Encontramos un edificio de tres naves con cabeceras rectas. La principal es la más grande, dividiéndose en cinco tramos y crucero, con bóvedas de crucería del mismo estilo gótico. Destaca la decoración de los capiteles de las columnas.
La portada de la iglesia está protegida por un arco de casetones, teniendo dos bonitas columnas estriadas a cada lado, con capitel corintio. Ahí encontramos las esculturas de San Cosme y San Damián, además de adornos en los capiteles.
Finalmente, destacamos el retablo mayor barroco, con los dos hermanos santos, y el órgano, del siglo XIX y caja neoclásica.
Castillo de Poza de la Sal
Por último, pero no menos importante, tenemos el castillo de los Rojas. Situado en la parte baja de las montañas y en un estado algo ruinoso, en su día era un edificio con una torre defensiva cuadrada, pensado para proteger las salinas de la localidad.
Se construyó en el siglo XIV, sobre un antiguo del siglo IX. Fue rehabilitado en el siglo XIX por los propios franceses en la Guerra de la Independencia, utilizándolo como fortaleza. Hoy en día, se puede subir por las escaleras y llegar al balcón de La Bureba, con unas vistas magníficas.
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¿Qué te ha parecido Poza de la Sal? ¿Conocías sus salinas? Después de tu visita, querrás parar a comer algo y disfrutar de la gastronomía de la zona. Si vas a hacerlo y no sabes dónde ir, puedes usar nuestro buscador de restaurantes, que te indicará los mejores.
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