La Catedral de Astorga o Catedral de Santa María, es uno de los edificios más emblemáticos de esta localidad. Lo que más distingue este edificio es su particular mezcla de estilos, ya que incluye elementos góticos, renacentistas, neoclásicos y barrocos en un espectacular edificio.
Por tan solo 7 euros (entradas reducidas a mayores, grupos y peregrinos), podrás hacer una visita cultural de lunes a domingo de 10.00 a 20.30 horas. Además, está abierta al culto todos los días por la mañana. Tanto si vas a ir a misa como si vas a hacer la visita cultural, te contaremos unas cuantas cosas de la misma, para que sepas bien lo que vas a ver.
Todo sobre la Catedral de Astorga
Antes de visitar este lugar, conoce lo siguiente:
- Historia
- Fachada occidental
- Portada y torres
- Retablos
- Sillería del coro, trascoro, sacristía y claustro
Historia
La historia de la catedral de Astorga comienza antes de su construcción. En el lugar donde está, hubo un templo prerrománico y después uno románico del siglo XIII del cual no se sabe mucho. La actual catedral se comenzó a construir en el siglo XV en un marcado estilo gótico, construyendo primero las naves y capillas.
Después se continuaría su construcción en siglos posteriores, adaptándose a los nuevos estilos que iban surgiendo. Por ejemplo, la portada sur y otras dos capillas son renacentistas, la fachada principal es barroca del siglo XVIII y el claustro es neoclásico.
Durante el terremoto de Lisboa de 1755, el edificio fue gravemente dañado. A eso se sumó la Guerra de la Independencia unos años después, que deterioraron aún más el edificio. Hoy en día, está restaurada y se considera Bien de Interés Cultural y Monumento histórico-artístico.
La fachada occidental de la Catedral de Astorga
Lo primero que destaca aquí es la fachada occidental del edificio. De estilo barroco leonés, es bastante parecida a la fachada de la catedral de León, aunque con ciertas adaptaciones al estilo barroco en los pináculos y torrecillas.
Esta fachada tiene tres portadas de acceso, destacando la central por su enorme tamaño. Entre ellas, hay una separación mediante columnas ajarronadas, que también enmarcan la puerta central de arco trilobulado. La bóveda representa varias escenas del Evangelio, como la purificación del templo, la parábola de la mujer adúltera, la curación del hombre hidrópico y la curación del ciego de Betsaida y la Escena del Descendimiento con alegorías de la Inocencia y la PIedad.
También destacar la imagen de la Asunción, la representación de Santiago recibiendo peregrinos y la representación del Cordero, así como las figuras de San Pedro y San Pablo.
Portada y torres
La portada de la Catedral de Astorga es de estilo renacentista. Tiene dos cuerpos y un frontón, con arco de medio punto abocinado y columnas con capiteles platerescos para delimitar la portada. Las enjutas del arco tienen dos medallones, representando a Pedro y Pablo. El segundo cuerpo tiene una pequeña hornacina de medio punto con la Virgen de la Asunción.
En el siglo XVII se construyeron dos torres a los laterales, unidas a la iglesia por arbotantes. Cubiertas de capiteles, tienen distintas tonalidades en los sillares.
Retablos de la Catedral de Astorga
Entrando ya en el interior, nos encontramos los retablos de la catedral. El más destacado es el Retablo Mayor, del siglo XVI. De estilo clasicista, tiene tres pisos, cinco calles y cuatro entrecalles, representando escenas de la vida de Cristo y de la Virgen, además de los relieves de la Virtudes.
La catedral tiene otros retablos como el de la Virgen de la Majestad, el de Santa Teresa de Jesús, el de la Purísima, el de San Jerónimo , el de San Miguel y el de San Juan Bautista.
Sillería del coro, trascoro, sacristía y claustro
En el interior de la Catedral de Astorga encontramos la sillería del coro. De estilo renacentista, está hecha de madera de nogal. Le acompaña un órgano de caja barroca con 2830 tubos y 3 teclados y una reja del siglo XVII.
El trascoro de la catedral es neoclásico y está hecho en mármol, bronce, alabastro y jaspe, con un solo cuerpo y tres calles. La sacristía del siglo XVIII es neoclásica. De grandes proporciones, destaca el mueble relicario de estilo rococó y la cajonería.
Por último, el claustro de estilo neoclásico posee un pozo central, cinco arcadas en cada ala y unión por pilastras jónicas. Tiene cuatro puertas adinteladas con frontones triangulares.
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