Saldaña es una localidad situada en la comarca de Vega-Valdavia, en la provincia de Palencia. Esta localidad tuvo una gran importancia durante la Edad Media, siendo dirigida por los Condes de Saldaña durante varios siglos. Fue lugar de fallecimiento de Urraca I de León y el lugar donde se celebró la primera corrida de toros documentada en la historia de España.
Es más, incluso fue habitada en los tiempos prerrománicos, siendo un símbolo de lucha contra Roma. Eso ha hecho que tenga un gran patrimonio histórico para ver, siendo considerada Conjunto Histórico Artístico desde los años 90. Hoy veremos los mejores lugares para visitar aquí, incluyendo un viejo castillo, calles y casas emblemáticas y yacimientos arqueológicos, entre otras cosas.
¿Qué ver en Saldaña?
Para ver esta localidad, no te puedes perder estos lugares:
- Casco histórico y Plaza Vieja
- Castillo de los Condes de la localidad
- Yacimientos Arqueológicos La Morterona
- Iglesias
Casco histórico y Plaza Vieja
Lo primero que verás en Saldaña es todo su casco histórico, lleno de lugares para ver. Además de sus calles empedradas, está la Casa Solariega del Marqués de la Valdavia, junto a La Casa Torcida, todas ellas con escudos perfectamente conservados.
También tenemos la calle Ricardo Cortés, con casas de ladrillo y adobe y varias plazas, destacando la plaza Vieja. Es la antigua plaza mayor, de origen medieval y de la Edad Moderna, con soportales con poyos y zapatas y fachadas de poste y carrera.
Además, están las plazas del Trigo y Lino, con edificios antiguos de madera y ladrillo de dos y tres plantas y la Plaza de España, con edificios tradicionales. Aquí está la Casa Consistorial, con un escudo.
Finalmente, estaría la Plazuela de San Pedro, una pequeña plaza rectangular con la Iglesia de San Pedro, que es el Museo de la Villa Romana La Olmeda, dedicado a la misma villa que está a pocos kilómetros de aquí. Por otro lado, hay casas señoriales tradicionales, destacando La Casona, un edificio de planta cuadrada renacentista con patio porticado.
Castillo de los Condes de Saldaña
Quizá el lugar más emblemático de la localidad es su famoso castillo, perteneciente a los condes que gobernaban la localidad durante siglos. También es conocido como el castillo de los Duques del Infantado. Se dice que fueron tan poderosos, que eran independientes de Castilla y León y que intercambiaban embajadas con el Califa de Córdoba.
Actualmente, solamente quedan los restos del castillo, que se encuentra en una situación de ruina. Está en el alto de La Morterona y se construyó encima de una fortaleza anterior del siglo VI.
Quedan algunos vestigios en pie, como la entrada al tercer recinto, restos del cubo de la puerta y arranque del arco de entrada, la torre oeste, algunos detalles del revestimiento de sillares de la torre este y las cuevas artificiales que se crearon. Debido a este estado deplorable, está en la lista roja de patrimonio en peligro en España.
Yacimientos Arqueológicos La Morterona
Al norte del casco urbano de Saldaña nos encontramos el yacimiento arqueológico de La Morterona, situado en el antiguo emplazamiento del pueblo. Tiene excavaciones arqueológicas que demuestran que la localidad fue habitada desde el Neolítico, con vestigios de la Edad de Hierro.
Además, tiene restos de la época romana y de la Alta Edad Media. Después de esta época, el pueblo se desplazó hasta su actual emplazamiento, así que ya no se encuentran restos. En cualquier caso, son 40 hectáreas de excavaciones arqueológicas entre el Arroyo del Valle y el Río Carrión.
Las iglesias de Saldaña
Finalmente, destacar el patrimonio eclesiástico de esta localidad, con varias iglesias. Hay que destacar la Iglesia de San Pedro, de mediados del siglo XVI y estilo mudéjar, la de San Miguel, del siglo XVI y la ermita de Nuestra Señora del Valle, del año 754 y con simbología de la reconquista. En concreto, la leyenda dice que el rey Alfonso I el Católico lo recuperó de los moros gracias a la vírgen.
Además, existen restos de la ermita de Santa María del Castillo, cerca del castillo de los Condes de Saldaña. Son los restos de una iglesia destruida por Almanzor en el año 995. Finalmente, están los restos del Convento de los Mínimos, utilizado tradicionalmente como cementerio. De él solo quedan restos de las tapias, una pequeña capilla y la galería de un lateral del claustro.