A pesar de ser una de las provincias de Castilla y León menos visitadas, Zamora merece mucho la pena. Aquí se encuentra Toro, una pequeña localidad de 10.000 habitantes a orillas del río Duero con varios monumentos civiles y religiosos que llaman la atención de los turistas. La historia de la localidad ha sido muy intensa. Fue sede de las Cortes de Castilla y durante la Guerra de Sucesión Castellana fue un enclave decisivo. Además, el Conde Duque de Olivares fue exiliado a Toro.
¿Qué ver en Toro?
El corazón de Toro es la Plaza Mayor, donde se encuentra el Ayuntamiento del siglo XVIII. Es de estilo clasicista y tiene elementos barrocos. En la plaza también está la Iglesia del Santo Sepulcro.
El principal emblema del municipio es la Colegiata de Santa María la Mayor, uno de los monumentos más importantes no sólo de Castilla y León, sino de toda España. Una joya del románico, cuya construcción data del siglo XII. Merece la pena acceder al interior para descubrir el Pórtico de la Majestad. Se trata de una de las pocas portadas de la Edad Media que conservan la pintura original en la actualidad.
Sin lugar a dudas, una de las estructuras más destacadas es el cimborrio. En España únicamente hay cuatro iglesias con este tipo de torres, y la de la Colegiata de Santa María la Mayor es una de ellas. Las otras se encuentran en Castilla y León y Extremadura.
El Alcázar del siglo X es una visita obligada de Toro. Además de disfrutar del conjunto monumental, es interesante conocerlo por las increíbles vistas que ofrece del río Duero y el Puente Mayor del siglo XII. El Alcázar se levantó para mejorar el carácter defensivo de la villa. A día de hoy alberga dependencias que pertenecen al Ayuntamiento de Toro, de forma que el interior sólo se puede visitar durante el horario de apertura de éstas.
El Teatro Latorre se encuentra en la Plaza de San Francisco. Aunque se construyó como teatro beneficio para la Iglesia de San Francisco, pasó a manos privadas tras la desamortización y se convirtió en un cine.
La Torre del Reloj es uno de los pocos elementos que se conservan de la muralla de la Edad Media. Se encuentra justo encima de la Puerta del Mercado.
Si por algo es bien conocida la localidad zamorana es por el gran número de iglesias que tiene. Las más bonitas son las siguientes, todas de estilo románico-mudéjar: San Julián de los Caballeros, San Salvador de los Caballeros y San Lorenzo el Real.
Aunque está un poco alejado del casco histórico, merece la pena acercarse hasta el Monasterio del Sancti Espiriti, cuyo origen se remonta al siglo XIV. En su interior hay un colección muy interesante de sargas policromadas del siglo XVI.
Descubre la provincia de Zamora
Si después de visitar Toro te apetece seguir conociendo la provincia de Zamora, hay varios lugares que puedes visitar.
Zamora capital tiene varios puntos de interés. Es una ciudad pequeña, que se puede visitar perfectamente en un día. La Plaza Mayor está situada en el corazón del casco antiguo, y en ella se encuentra en Ayuntamiento Viejo, el Monumento al Merlú y la Iglesia de San Juan.
La Catedral de Zamora es el principal templo religioso de la ciudad, consagrada en el año 1174. Es de estilo románico, aunque posteriormente se han añadido elementos que pertenecen a otros estilos. Justo detrás de la catedral está ubicado el Castillo de Zamora. Su estado de conservación no es excesivamente bueno, aunque todavía se conservan tramos de muralla, las ruinas del patio de armas y parte del foso.
Además, en la provincia hay varias localidades muy interesantes:
- Puebla de Sanabria: uno de los destinos turísticos de Castilla y León por excelencia. Una localidad situada muy cerca de la frontera con Portugal, en el corazón del Parque Natural del Lago de Sanabria. Tiene un patrimonio histórico muy rico, con lugares como el Castillo de los Condes de Benavente o el Fuerte de San Carlos.
- Fermoselle: rodeado por los ríos Tormes y Duero, su caso antiguo está declarado Conjunto Histórico, Artístico, Cultural y Arquitectónico. El patrimonio incluye obras de gran valor como la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, la Iglesia de San Juan o el Castillo de Doña Urraca.
- Benavente: uno de los municipios más bonitos de la provincia es Benavente, con una población de poco más de 18.300 personas. Puede presumir de tener un gran patrimonio histórico, con monumentos como el Monasterio de San Salvador o la Iglesia de Santa María del Azogue.