Castilla y León es una de las mejores comunidades autónomas de la geografía española para hacer una escapada rural. Burgos puede presumir de ser la provincia con mayor número de municipios de toda España. Suman un total de 371, y entre ellos se encuentra Oña. Se encuentra en la comarca de la Bureba y durante la Edad Media tuvo una gran importancia por su situación estratégica. Actualmente tiene una población de poco más de 1.000 habitantes, y es un pueblo que resulta de especial interés conocer por su gran patrimonio artístico, histórico y cultural.
Fue en el año 1011 cuando el conde Sancho García fundó el Monasterio de San Salvador para su hija Tirgridia durante la Repoblación de Castilla. Se creó en la villa el Señorío Infantado más importante del Reino. Todavía es posible sentir el aire medieval paseando por algunas calles y plazas de la localidad.
¿Qué ver en Oña? Principales monumentos
El gran emblema del municipio burgalés es el Real Monasterio de San Salvador de Oña. Es de estilo gótico y su construcción se remonta al XI. Se levantó sobre los restos de un templo románico, del que se conservan algunos vestigios en el interior.
Los sepulcros de los Condes y Reyes de Castilla se encuentran en la Capilla Mayor, en dos panteones de madera labrada del siglo XV. En los meses de verano los vecinos del municipio realizan en el monasterio el conocido como ‘Cronicón de Oña’, una representación teatral muy interesante que gira en torno a los orígenes de Castilla.
A escasos metros se encuentra la Iglesia de San Juan. Se construyó en el siglo XII, aunque durante los siglos XIV y XV se hicieron varias reformas. A día de hoy es la parroquia d ela localidad.
Uno de los principales monumentos a visitar en Oña es el Arco de la Estrella. En la Edad Media formaba parte de la muralla defensiva.
Ruta de Senderismo en los alrededores de Oña
Si quieres descubrir el entorno natural del pueblo, en el Parque Natural Montes Obanares – San Zadornil puedes hacer el conocido como Paseo de la Oca. Tiene cuatro kilómetros (ida y vuelta) y recorre el desfiladero de la Horadada. Se trata de una ruta muy sencilla a orillas del río Oca hasta su desembocadura en el Ebro, muy cerca de las Cuevas de los Portugueses. Está muy bien acondicionada y hay varias pasarelas de madera para cruzar el río Oca, así que se puede hacer en familia.
Ruta por la provincia de Burgos: Frías y Orbaneja del Castillo
Si quieres desconectar de la rutina y pasar unos días en la provincia de Burgos, muy cerca de Oña se encuentra Frías, un pueblo con mucho encanto. La distancia entre ambas localidades es de apenas 22 kilómetros, y el trayecto en coche es muy cómodo por la carretera BU-504.
El casco urbano de Frías está declarado Conjunto Histórico Artístico. Una de las grandes razones para visitar el pueblo es ver de primera mano las Casas Colgadas, su principal emblema. Cuelgan desde la roca y las fachadas tienen entramados de madera. El mejor sitio para observarlas son las calles Antonio Carpintero y San Mayor de San Vítores.
El Puente Medieval también es muy interesante, con sus 143 metros de longitud y sus 9 arcos. A pesar de su nombre, su origen no data de la Edad Media, sino del Imperio Romano. Cuenta con una torre defensiva en la parte central, la cual se añadió en el siglo XIV.
Orbaneja del Castillo es otro de los pueblos de la provincia de Burgos que te recomendamos visitar. Declarado Conjunto Histórico Artístico, lo que más llama la atención es la impresionante cascada que atraviesa el pueblo. Las aguas brotan de la Cueva del Agua y se precipitan entre las casas montañesas construidas en pendiente, con una caída de 25 metros.
Desde la plaza se puede subir por una ruta empinada hasta una cornisa natural desde la que hay unas vistas impresionantes del cañón del Ebro. Se trata de un conjunto de estructuras calcáreas que parecen los restos de un castillo.
Los mejores platos de la gastronomía burgalesa
Por último, si visitas Oña, te aconsejamos aprovechar la ocasión para probar los mejores platos de la gastronomía de la provincia.
La morcilla de Burgos es bien conocida en todo el mundo. Se elabora con arroz y sangre de cerdo como ingredientes principales, a los que se les añade manteca de cerdo, pimienta, cebolla, pimentón, sal y algunas especias.
La sopa castellana es un plato de cuchara que se prepara con pan del día anterior, pimentón, ajo, aceite de oliva y huevos.